Desde el año 1929 hasta 1953, el Real Madrid había ganado sólo
dos de las 22 ligas disputadas. Ambas antes de la Guerra Civil y el Régimen de
Franco. Desde el año 1953 en que llega al club Alfredo Di Stéfano, en once
temporadas el Madrid ganó 8 ligas, dos Copas Latinas, Cinco Copas de Europa y
una Copa Intercontinental. El fichaje de Di Stéfano se produjo después de una
carrera entre el Real Madrid y el Barcelona por hacerse con sus servicios. Esto
dio lugar a un conflicto en el que las autoridades deportivas llegaron a
plantear que Di Stéfano jugara una temporada en el Barcelona y otras en el Real
Madrid. Su definitivo fichaje por Don Santiago Bernabéu y los posteriores
resultados deportivos, es
algo que los culés no han podido olvidar. En años
posteriores, el barcelonismo ha clamado por una supuesta intervención del
gobierno franquista que acabó beneficiando al Madrid. Sin embargo, nuevamente
la realidad dista mucho de la visión de los barcelonistas sobre este asunto.
Alfredo Di Stéfano se había dado a conocer por la afición madridista cuando, en la celebración de las Bodas de Oro del Real Madrid en 1952, participó con su equipo de entonces, el Millonarios de Bogotá, que ganó el trofeo al vencer 4-2 al Real Madrid. La directiva del Madrid se interesó inmediatamente por el 9 de Millonarios, sin embargo los dirigentes del club señalaron la imposibilidad del traspaso de Di Stéfano debido a las causas del "Pacto de Lima", que ponían al jugador en una complicada situación contractual.
Alfredo Di Stéfano había nacido en Argentina el 4 de julio de
1926, a los 18 años consiguió entrar en los equipos juveniles del River Plate.
En 1945 obtuvo su primera ficha de profesional al ser ascendido al equipo de
"la tercera", pero destacó de tal forma que pasó al primer equipo,
con el que ganó el campeonato. Después de un año cedido al Huracán, volvió al
River Plate y en 1947 se convirtió en la sensación de la liga argentina
convirtiéndose en máximo goleador con 27 goles. Con solo 21 años se convirtió
con la selección de Argentina en Campeón de Sudamérica. Pero a partir de ese
momento, la carrera deportiva de Di Stéfano cambia drásticamente. En 1947 el
campeonato de liga argentino se ve alterado por una huelga convocada por
Futbolistas Argentinos Agremiados. Alfredo Di Stéfano no volvería a jugar hasta
mayo de 1949. Entonces su ánimo estaba mermado y su relación con la directiva
riverplatense era pésima. Así, en agosto de 1949 Alfredo Di Stéfano se marcha a
Colombia.
Por aquél entonces, el fútbol colombiano vivía una escisión. Los
dirigentes del DIMAYOR -el equivalente a la LFP en España- se habían separado
de la Federación Colombiana y habían creado la Asociación Colombiana, que
comenzó a fichar jugadores, especialmente sudamericanos, a golpe de talonario.
Uno de ellos fue Alfredo Di Stéfano que recaló en el Millonarios de Bogotá. Los
clubes de la Federación Colombiana reclamaron ante la FIFA, que no reconoció a
los equipos de la recién formada Asociación. Pero el asunto se fue alargando
hasta que el delegado de la FIFA, Ottorino Barassi consiguió que en el Congreso
Suramericano de 1951 ambas partes alcanzaran un acuerdo que se conoció como
"El Pacto de Lima". Según este pacto, la FIFA reconocía a los clubes
la propiedad sobre los jugadores del conflicto hasta el 15 de octubre de 1954,
con posibilidad de prolongar esta fecha hasta el 31 de diciembre de ese mismo
año. Hasta esa fecha, los jugadores serían propiedad del club, pero una vez se
cumpliera, los derechos de estos jugadores volverían a sus clubes de origen.
Así, Alfredo Di Stéfano sería jugador de Millonarios hasta el 31 de diciembrede
1954 lo máximo, pero a partir del 1 de enero volvería a ser jugador de River
Plate.
Así, Millonarios realizó giras de exhibición con Di Stéfano en
sus filas, como la que le llevó a España por la celebración de los 50 primeros
años del club blanco. En las navidades de ese mismo año, y aprovechando una
visita a Chile, Di Stéfano se declara en rebeldía. Viaja a Buenos Aires y
decide no volver a Colombia. Incluso se plantea abandonar el fútbol.
Millonarios lo denuncia a la FIFA: el argentino, con contrato en vigor hasta el
31 de diciembre de 1954, había cobrado 4.000 dólares en concepto de anticipo.
La FIFA comunica a las federaciones nacionales el asunto y advierten de la
imposibilidad de ficharle. Por tanto, Di Stéfano inicia el año 1953 instalado
en su Buenos Aires natal, habiéndose declarado en rebeldía contra Millonarios,
sin posibilidad de ser fichado por otro club, y esperando a convertirse en
jugador del River Plate nuevamente en cuanto se iniciara 1954. Esta era la
situación del jugador cuando el Barcelona inicia las gestiones para hacerse con
sus servicios.
El Barça "ficha" a Di Stéfano
En aquellos momentos, y gracias al fichaje de Kubala, el
Barcelona había consolidado su hegemonía en el fútbol español. Habían ganado
las copas de 1951 y 1952 y la liga de 1951-52. Sin embargo, a comienzos de 1953
se le detectó una afección pulmonar a Kubala, que empezó un periplo médico de
consultas, radiografías, análisis, etc. Varios doctores se mostraron pesimistas
acerca del futuro deportivo del jugador. Ante la amenaza de quedarse sin la
estrella que les había convertido en el equipo puntero de España, el presidente
Enrique Martí encargó al secretario técnico José Samitier el fichaje de una
figura que pudiera sustituir a Kubala. El Barcelona se fijó en Di Stéfano, e
inició contactos con el River Plate, aunque en ese momento los derechos eran
todavía de Millonarios. El presidente del Barcelona logró un acuerdo telefónico
con River Plate según el cual por el pago de cuatro millones de la época se
hacía con los servicios de Di Stéfano a partir del 1 de enero de 1955, es
decir, cuando hubiera acabado su contrato con Millonarios que, a pesar de haber
sido apartado de las negociaciones, seguía siendo el propietario del jugador.
Así, el 23 de mayo de 1953, Di Stéfano llega a Barcelona. Pero
por aquél entonces se había producido la milagrosa recuperación de Kubala,
gracias al cual el Barcelona se proclama campeón de Liga y de Copa. Por ello,
el Barcelona fue invitado a la "Pequeña Copa del Mundo" que se
celebraría en Caracas. El presidente barcelonista, Enrique Martí se llevaba
como deberes solucionar el fichaje de Di Stéfano con Millonarios. En la entrevista
que mantuvo con el presidente de Millonarios, Alfonso Seniors, éste exigió al
dirigente azulgrana el pago de 27.000 dólares a cambio de ceder los derechos de
su club sobre el jugador. El presidente del Barcelona se negó, y a su llegada a
España llegó a declarar que si Millonarios no rebajaba sus exigencias, el
Barcelona estaba dispuesto a tener a Di Stéfano una temporada sin jugar.
El Real Madrid entra en acción
En ese momento hace acto de aparición el Real Madrid. El
Vicepresidente madridista, Álvaro Bustamante, envió a Bogotá a Raimundo Saporta
con los 27.000 dólares que pedían a cambio de la cesión de los derechos del
jugador. Una vez conseguidos estos, que convertían a Di Stéfano en jugador del
Madrid hasta el 31 de diciembre de 1954, viajó a Buenos Aires con la idea
hacerse con los derechos del jugador a partir del 1 de enero de 1955. Sin
embargo, el que el Barcelona hubiera abonado ya dos de los cuatro millones de
pesetas que pedía el River Plate por los derechos de Di Stéfano, dio al traste
con la operación. Pese a todo, Raimundo Saporta consiguió del club argentino
garantías de no ponerse del lado de ninguno de los dos clubes en caso de un
futuro conflicto. Considerando que Di Stéfano era en ese momento jugador del
Madrid, Saporta viaja a Barcelona y se pone en contacto con él. En ese momento
Di Stéfano se sentía abandonado por el Barcelona, incapaz de encontrar una
solución a su caso, por el hecho de que sólo había disputado tres partidos
amistosos y por lo incierto de su futuro. Su entrevista con Saporta le devolvió
la ilusión y el hecho de que Saporta le abonase sus primeras pesetas como
jugador del Madrid alegró sobre todo a su mujer, preocupada ya por estirar el
presupuesto familiar para llegar a fin de mes. Una semana después, el
presidente de Millonarios se reunía con Don Santiago Bernabéu en Madrid, y
quedaba así cerrado el traspaso al club blanco. Alfredo DiStéfano era jugador
del Madrid... hasta el uno de enero de 1955
En resumen, el Real Madrid posee los derechos de DiStéfano al
habérselos adquirido al Millonarios pero sólo hasta fin de 1954, al no haber
podido adquirírselos al River Plate, pues se les había adelantado el Barcelona.
Por su parte, el Barcelona no ha negociado con Millonarios, y ha pagado a River
Plate el 50% de los que estos piden por los derechos del jugador a partir de
1955. Por ello, ninguno de los dos clubes podían tramitar la solicitud de
licencia para el argentino en la Federación Española de Fútbol para la
temporada 1953-54: el Barcelona necesitaba que el Madrid cediera sus derechos,
y el Madrid no podía hacer otro tanto sin el visto bueno del River Plate, que
había vendido sus derechos al Barcelona. La FIFA comunicó a la Federación
Española que no se tramitara licencia ninguna a Di Stéfano mientras no se
aclarara esta situación. Era necesario que ambos clubes llegaran a un acuerdo.
Alfredo Di Stéfano llega al Real Madrid.
Ante esta situación, el presidente azulgrana Enrique Martí
pierde los nervios e intenta traspasar los derechos del Jugador a la Juventus
de Turín sin informar a Di Stéfano, lo que indignó al jugador. Ante la negativa
de la Juventus de entrar en negociaciones por un jugador con una situación tan
complicada, el Barcelona se pone en contacto con River Plate y pide la
anulación del contrato y la devolución de los dos millones de pesetas de una
forma y modo poco acertados a lo que el River Plate se niega. La FIFA nombra
como mediador a Armando Muñoz Calero, ex-presidente de la Federación Española
de Fútbol y que tanto había hecho para que Kubala jugase en el Barcelona.
Calero toma una decisión salomónica: Di Stéfano jugará en el Real Madrid las
temporadas 1953-54 y 1955-56, y en el Barcelona las 1954-55 y 1956-57, tras
esto, ambos equipos deberían ponerse de acuerdo en decidir el futuro del
jugador.
En un principio, ambos clubes acatan la decisión. sin embargo,
había surgido un nuevo problema: el 24 de agosto de 1953 había entrado en vigor
una nueva disposición legal de la Delegación Nacional de Deportes según la cual
se prohibía el fichaje de extranjeros desde esa fecha. Aquí será donde se
produzca la única intervención gubernamental en el fichaje de Alfredo Di
Stéfano: la aprobación por parte de la DND de la posibilidad de que se permita
la contratación de aquellos jugadores extranjeros cuyo fichaje estuviera en negociaciones
antes del día 22 de agosto de 1953 y que si bien es cierto permitió el fichaje
de Di Stéfano por el Real Madrid para la temporada 1954-55, era una medida
general para todos los clubes. Así, el holandés Faas Wilkes pudo fichar por el
Valencia, el chileno Andrés Prieto por el Español y el francés Carlos Ducasse
por el Valladolid. La noche del 22 de septiembre de 1953 el Real Madrid
presenta la ficha en la federación Castellana. Unas horas antes, el presidente
del Barcelona había presentado su dimisión por los errores cometidos en el
fichaje de Di Stéfano.
Su debut frente al Nancy el día siguiente no fue lo que se
esperaba: el Madrid perdió 2-4 con un gol de un Di Stéfano con sobrepeso y en
bajo estado de forma tras nueve meses sin haber jugado fútbol de competición.
Sin embargo, a la quinta jornada de la liga el Madrid aventajaba en dos puntos
al Barcelona. La Comisión Gestora que dirigía el Barcelona tras la dimisión de
Martí decidió el 14 de octubre renunciar a todos sus derechos sobre Di Stéfano
siempre y cuando el Madrid les compensara económicamente por los gastos que
toda la gestión había producido al Barcelona. Las causas que llevaron a esta
decisión podrían ser muchas (que el Barcelona, tras la recuperación de Kubala,
ya no necesitara tanto los servicios de Di Stéfano; que al entrenador Daucik no
le gustase el Di Stéfano que había visto en el Madrid; la imagen conflictiva
que tenía el argentino) pero la que manifestó el presidente de la Junta Gestora
del Barça fue que el Barça era un club demasiado importante para compartir un
jugador con un equipo rival. Así, se negoció en Madrid con Bernabéu una
solución definitiva. El 25 de octubre de 1953, antes del Real Madrid-Barcelona
que se jugaba en Chamartín, en el momento en que ambos encabezaban la clasificación
con diez puntos, los directivos de ambos clubes se reunieron y se procedió a la
firma del documento según el cual el Barcelona renunciaba al jugador.
En el terreno de juego el Madrid, dirigido por el jugador que el
Barcelona había rechazado, derrotaba 5-0 al Barcelona con dos goles de Di
Stéfano. La edad de oro del Real Madrid en el fútbol nacional e internacional
había comenzado.
Las mentiras del Barcelona.
El barcelonismo sigue haciendo referencia a unas supuestas
intervenciones gubernamentales en beneficio del Real Madrid. Aunque eso fuera
cierto, es una crítica poco apropiada viniendo de un club que sí se vio
claramente beneficiado por las autoridades cuando concedieron rápidamente la
nacionalidad española a Kubala para que pudiera jugar en el club catalán. Pero
es que además, no es cierto. La principal culpa de que Di Stéfano recalara en
el Real Madrid en lugar del Barcelona la tuvo el presidente de ésta entidad,
Enric Martí al hablar con River Plate en lugar de Millonarios de Bogotá, quiénes
eran propietarios en ese momento de los derechos del jugador, y a negarse a
pagar posteriormente la cantidad que el club colombiano le exigía. También fue
culpa del Barcelona que el jugador se sintiera abandonado en la capital
catalana.
En ningún caso el Madrid obró incorrectamente en todo este
asunto. Cuando el club madrileño se apresta a fichar a Di Stéfano éste no era,
ni mucho menos, jugador del Barcelona. De hecho, la actuación del Madrid fue
más correcta que la del Barcelona: primero llegaron a un acuerdo con el club
que tenía los derechos del jugador en ese momento. Luego intentaron llegar a un
acuerdo con el que los tendría con posterioridad, pero que ya había llegado a
un acuerdo con el Barça. Pese a quien pese, este acuerdo sólo convertiría a Di Stéfano
en jugador barcelonista un año y medio después. Aunque pueda parecer ridículo,
también hay que negar que los teléfonos usados por el Barcelona en sus
gestiones en Sudamérica fueran intervenidos por orden del Real Madrid, pero
esas mentiras también se ha extendido por parte de los culés (por ejemplo, en
la Colección del Centenario del Fútbol Club Barcelona, tomo 11)
No hubo intervención del gobierno en favor del Madrid. Como se
ha demostrado anteriormente, la decisión del DND de que Di Stéfano no se viera
afectado por la normativa del 24 de agosto de 1953 no fue un privilegio
concedido al jugador argentino, sino que fue una decisión aplicable a todos los
jugadores extranjeros cuya ficha se hubiera empezado a tramitar antes de que
esa normativa entrara en vigor, tal como se declara en el comunicado que a tal
efecto hizo pública la DND el 19 de septiembre en el que en ningún caso, y en
contra de lo que afirman los barcelonistas, se nombra directamente a Alfredo Di
Stéfano.
No debe olvidarse que todo el clamor azulgrana sobre este asunto
parte de lo que fue la historia del fútbol mundial después de que Di Stéfano
llegara al Real Madrid. Pero en 1953 la realidad era que al Barcelona no le
merecía la pena el fichaje del jugador. Les resultaba muy complicado y caro,
tanto más después de que Kubala se recuperase. Además, Di Stéfano fue
menospreciado por el club catalán tal como demuestra el trato que recibió
durante su breve estancia en el mismo: llevaba casi un año sin jugar fútbol de
competición, estaba en un bajo estado de forma, y arrastraba la imagen de un
jugador conflictivo.
El rencor del barcelonismo y su deseo de ocultar bajo unas
ficticias manipulaciones a favor del Madrid lo que no fue más que una serie de
despistes por parte de sus dirigentes a la hora de gestionar el fichaje al
argentino, sigue presente. En su página web oficial, en el apartado dedicado a
su presidente Enric Martí se siguen sosteniendo las mismas mentiras: "El
Barça, que había dado una paga y señal al River, club propietario de los derechos
del astro argentino (mentira: el club propietario de los derechos de Di Stéfano
era Millonarios, que llegó a un acuerdo con el Madrid), vio como el Real Madrid
llegaba a un acuerdo con el Millonarios de Bogotá, equipo en el que Di Stefano
jugaba como cedido (mentira: Di Stéfano no jugaba como "cedido", si
no que fue fichado), con la intención de 'robar' el crack al Barça (Mentira: Di
Stéfano no era jugador del Barcelona, el Madrid obró correctamente al negociar
con el club que tenía en ese momento los derechos, y no con el que los tendría
un año y medio después). A pesar de que a efectos legales la FIFA daba la razón
a nuestro Club (Mentira: la FIFA declaró que ambos clubes tenían razón y
demandó que hallaran una solución, de lo contrario ninguna federación podría
tramitar su ficha) y que el argentino ya se había incorporado al Fútbol Club
Barcelona, la Federación Española, presionada por los organismos estatales y
por el Real Madrid, retuvo el transfer del jugador impidiendo así que Di
Stefano se pudiera alinear oficialmente con el Barça (mentira: la verdad es que
en ese momento los derechos del jugador ya pertenecían al Real Madrid). Esta
situación se alargó durante más de tres meses hasta que se hizo insostenible y,
finalmente, después de que la Delegación Nacional de Educación Física y
Deportes dictara una sentencia según la que se prohibía la contratación de
jugadores extranjeros, el Fútbol Club Barcelona decidió vender el argentino a
la Juventus (Eso es verdad... pero se olvidan señalar que la Juventus en ningún
momento negoció con el Barcelona, por la prohibición de la FIFA) A pesar de
todo este enredo, el Real Madrid no renunció a Di Stefano. Los organismos
directivos del fútbol español no quisieron implicarse (Se contradicen: acaban
de afirmar que la Federación Española no sólo intervenía, sino que lo hacía de
manera partidista, "presionada por los organismos estatales y por el Real
Madrid" ¿en qué quedamos?) y cedieron la responsabilidad al ex presidente
de la Federación y miembro del comité ejecutivo de la FIFA, Armando Muñoz
Calero (...que tanto hizo para que Kubala jugara en el Barça, hay que añadir),
que tomó una decisión salomónica. El crack argentino jugaría con el Real Madrid
las temporadas 1953-54 y 1955-56 y con el Barça las campañas 1954-55 y 1956-57.
Inicialmente, el presidente blaugrana, Enric Martí, firmó el acuerdo, pero las
múltiples críticas que recibió por este hecho provocaron su dimisión el 22 de
septiembre de 1953. Pocas semanas después, el Fútbol Club Barcelona decidió
renunciar al jugador y el Real Madrid se comprometió a pagar 4.400.000 pesetas
a la entidad barcelonista".