Hace pocas fechas publiqué una carta dirigida a usted en el que detallaba su estancia en estos tres años en el Real Madrid, en esta, su casa (http://elminuto7.com/2013/05/02/car...ta-abierta-a-jose-mourinho/). Creo saber de buenas fuentes, y no me considere vanidoso ni arrogante por ello, que la misma llegó a sus manos. En aquella ocasión, me extendí en consideraciones sobre lo extraordinario que ha sido su paso por aquí, contando sus logros, venturas y desventuras y el peaje tan lamentable que ha tenido que soportar por pertenecer al EQUIPO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA. No voy a volver a lo mismo. Voy a dedicarle unas líneas a usted como persona, no como entrenador, voy a retratar en el sentido más amable del término, al Mourinho persona, no al Mourinho entrenador. Permítame el atrevimiento de glosar su figura y trazar un semblante sobre sus cualidades personales y humanas. En esta ocasión, no me voy a extender como en aquella carta en mayores consideraciones, sobre todo deportivas, voy a ser mucho más breve, lo intentaré al menos, solamente me dirijo a usted para DARLE LAS GRACIAS. Y le voy a decir por qué.
En primer lugar, le doy las gracias por haber defendido cómo lo ha hecho usted a nuestro Real Madrid. Nadie, como ya comenté, desde la época de Don Santiago Bernabéu, ha defendido al Madrid como lo ha hecho usted. Nadie. Repito. Usted, se ha enfrentado a todo el mundo por defender a este club y eso le enaltece. Árbitros, Federación, Comités, UEFA, Barcelona, Prensa, topos, traidores….usted, se ha enfrentado a todos, siempre por defender esa noble y bella causa llamada Real Madrid.
Le doy las gracias por su integridad, por hacer frente y no desfallecer y no dejarse vencer por toda esa secta podrida y corrupta de la mayoría de los medios de comunicación deportivos, eso que se ha dado en llamar, la ESCORIA MEDIÁTICA, por cantarle las cuarenta a todos esos impresentables, infames y patéticos de todos esos medios de comunicación que no han cejado en su empeño en amargarle la existencia, tanto personal como deportiva o profesional, a todos esos vendidos a los que usted más de una vez ha sabido poner en su sitio, incluido algún pesebrero infecto, amigo de alguno que se hace llamar capitán del Real Madrid. A todos esos, usted les supo parar los pies, para que no se entrometieran en los asuntos del equipo y del club. Y, usted, eso lo combatió admirablemente. Memorables y para el recuerdo, han sido algunas de sus ruedas de prensa, atizando a diestro y siniestro.
Le doy las gracias también por su honestidad, por ir siempre de frente, por decir las cosas siempre a la cara y mirando a los ojos de las personas. Usted ha demostrado no tener doble moral, usted, podrá ir siempre erguido y con la cabeza alta. Una persona sin dobleces, qué difícil. Otros, seguro, que irán siempre con la cabeza gacha, mirando al suelo. Sobre todo, el anteriormente mentado que se hace llamar capitán igual que otro al que usted tanto defendió cuando le llamaban “asesino”, entre otras lindezas, y ese otro, al que tanto le gusta el flamenquito…. ¡Y aún habrá más por ahí, Don José!, ¡Demostrado ha quedado que en este Real Madrid y con algunos jugadores, había que ir provisto de chaleco antibalas!
Usted no ha sido políticamente correcto, usted no ha sido amigo de ir dando palmaditas en la espalda ni de ir repartiendo sonrisas, no ha sido un adulador, y eso, en un país como España, querido Don José, más que un pecado, es un delito.
Usted ha demostrado que nunca ha sido ni un hipócrita, ni un falso, ni un demagogo y eso le eleva a la categoría de RARA AVIS, UN CASO SINGULAR Y DIFÍCIL DE COMPRENDER. UNA ESPECIE ÚNICA. Es difícil vivir en un mundo en el que lo que debiera ser normal se convierte en excepción. Y usted ha sido una de ellas.
Le doy las gracias también por su honradez, se ha ganado el sueldo religiosamente, trabajando como el que más en este club, usted llegaba el primero y se marchaba el último, ha dedicado las 24 horas del día, salvo su período de descanso, a trabajar por el club que le pagaba. Lo de las fiestas, saraos y demás, nunca ha ido con su forma de ser, y no se plegó a las exigencias o insinuaciones de algunos “vividores” del vestuario para que usted abriera la mano y fuera más condescendiente con las salidas y el “ocio” de algunos…… Hasta en eso ha sido usted un profesional ejemplar e intachable. Gracias por su profesionalidad.
Le doy las gracias por su paciencia, por todo lo que habrá tenido que aguantar, por lo que usted y su familia en silencio habrán sufrido, por culpa de toda esa basura infecta de la prensa deportiva española en su gran mayoría. Fíjese, Don José que nos llaman, a los que le hemos defendido a usted, por todo lo que ha tenido que aguantar, nos llaman, como digo, nada menos que la “Yihad Mourinhista”….ELLOS, PRECISAMENTE, ELLOS, los que le han insultado, le han calumniado, le han injuriado, le han vituperado, le han vilipendiado, le han masacrado, le han martirizado con una crueldad que jamás se ha visto en la historia del deporte contra un profesional. ¡Y ellos, PRECISAMENTE ELLOS, nos llaman así, la “Yihad”!, ¡Porca miseria, Don José!, ¡Tiene bemoles el asunto!
Por esa misma razón, le doy las gracias por el amor propio y la fuerza de voluntad, que usted ha demostrado haciendo frente y aguantando las embestidas de todos esos desgraciados de la ESCORIA MEDIÁTICA….
Le doy gracias igualmente por haber abierto los ojos al MADRIDISMO MILITANTE, AL MADRIDISMO AUTÉNTICO, AL MADRIDISMO DE VERDAD. Habrá un antes y un después de su paso por aquí….Ha demostrado usted ser infinitamente más madridista que ese que porta el brazalete de capitán, o que ese otro que dice ser madridista de toda la vida pero que en su momento rechazó la insignia de oro y de brillantes del club al que tanto “amaba”….. ¡De estos, Don José, los tenemos a manadas!, ¡Obras son amores, y no buenas razones!, dice un refrán español….
Y parafraseando al gran escritor español, Ángel Ganivet: “Más vale un minuto de vida franca y sincera, que cien años de hipocresía” Pues eso, Don José, que ese ha sido su lema y su bandera en estos tres años que hemos tenido la suerte de tenerle entre nosotros. Esa frase la ha llevado usted marcada a fuego en su frente y nos la marcado usted a los MADRIDISTAS AUTÉNTICOS EN NUESTROS CORAZONES
Le seguiría dando las gracias por muchas cosas más, pero es ocioso comentar detalles personales que demuestran su grandeza y categoría humana.
En fin, Don José, no me quiero extender más, todo lo detallé en aquella carta que publiqué. Aquí solo tengo espacio para dedicarle estas humildes líneas referidas a su persona.
USTED SE VA, SU OBRA SE QUEDA. Le seguiremos allá dónde vaya.
Pero por favor, Don José, no nos olvide, acuérdese de nosotros, de la misma manera que nosotros nos acordaremos de usted. Piense usted que aquí le seguiremos esperando. Contamos los días para que usted vuelva.
¡¡Desde el corazón, muchas gracias por todo, Don José!!
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