Desde aquí y con estas sentidas palabras, reafirmo mi madridismo eterno. Lo que viví ayer, lo que vivimos ayer los madridistas como yo, los de raza, no lo puedo olvidar. Que a falta de ocho minutos, con empate a cero, la gente tuviera fe en meter tres goles y clasificarnos, lo dice todo. Es el gen del indomable, del inigualable, del irrepetible, del único. Del Real Madrid. Solo el destino quiso que no se lograra, pero el intento y ver cómo lo vivió el madridismo, me emocionó tanto, que me hizo verter algunas lágrimas. Ayer fuí el madridista más orgulloso del mundo.
No puedo explicar con palabras lo que es sentir este escudo, estos colores. Quería dedicar estas palabras de agradecimiento al MEJOR EQUIPO DE LA HISTORIA DE UN DEPORTE LLAMADO FÚTBOL. Mi gratitud por hacerme partícipe de unos valores, de una fe, de un amor maravilloso. Casta, honor, coraje, grandeza. Todo en uno. En el Real Madrid. El equipo de mi vida, el equipo de mis sueños.
Gracias Real Madrid por existir. Sin tí, mi vida no sería la misma.
¡¡¡SIEMPRE FIEL, SIEMPRE CONTIGO!!!

Si señorrrrrrrrrrrrrrr
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