Estimado Iker Casillas.
Ayer perdimos la final de Copa. No voy a ser tan ventajista,
ni oportunista para culparte de ello. No. No se puede ser tan necio ni corto de
miras. El Madrid perdió por las circunstancias, entre ellas la mala suerte,
todo ello, aderezado con un arbitraje calamitoso. Tampoco tú tuviste la culpa
de que nos eliminaran en la Champions. Tampoco. Eso sí, tu inicio de temporada
fue bastante malo. Tuviste un inicio penoso, antes de la lesión, con partidos
donde cometiste errores garrafales y eso lastró al equipo, especialmente en la
Liga. Y tú lo sabes. Pero como he comentado respecto de la Copa y Champions, la
pérdida de la Liga no ha sido por tu culpa, obviamente, pero tuviste fallos que
influyeron en el pésimo inicio de la Liga. La demostración evidente de que
Mourinho no tenía nada contra ti, es que después de sentarte varios partidos
donde jugó Adán, volviste al equipo en aquella eliminatoria de Copa contra el
Valencia donde te lesionaste. Y Luego entró Diego López, que lo ha hecho de
cine y hubiera sido una injusticia sentarlo para ponerte a ti porque sí. Mi análisis
y ecuanimidad en el aspecto deportivo llega hasta aquí. Como verás nadie te
culpa del fracaso del Madrid esta temporada en el aspecto deportivo. Faltaría
más.
Ahora bien, Iker, sí te voy a hacer responsable de otras
cosas, ahí si voy a culparte. Aunque solo sea por el peso de portar el
brazalete de capitán del Real Madrid. Has incendiado el vestuario, lo has
dividido, has creado una guerra civil ahí dentro donde no ha quedado nada en
pie. Y ahí, sí tienes mucha responsabilidad. Como capitán, has debido proteger
el vestuario, blindarlo de injerencias ajenas, pero fíjate, Iker, que ahí
dentro había una manzana podrida que ha ido pudriendo a las demás. Y, resulta,
que esa manzana podrida eras tú. Has estado filtrando noticias delicadas del
vestuario a tus amigos afines de la prensa y no precisamente, afines a tu jefe y
entrenador. Sabías perfectamente que muchos medios amigos tuyos se la tenían
jurada a Mourinho simplemente porque le odian. Los motivos, después de tres años,
aún los desconocemos, pero tú sabías que era odiado deportiva y personalmente. Has
dado carnaza a toda esa jauría mediática y eso es absolutamente incalificable. Abandonaste
a su suerte, a tu entrenador y jefe, le traicionaste, y le dejaste a merced de las fieras mediáticas. Has sido
muy cobarde. Eso, tiene otros calificativos que voy a silenciar aquí por
respeto a ti, el que tú no has tenido por tu jefe. El filtrador, querido Iker,
en el lenguaje castizo y vulgar lo llamamos topo o chivato. Es poco edificante
tener un topo o un chivato en el vestuario del EQUIPO MÁS GRANDE DE LA
HISTORIA, que va “largando” todo lo que se cuece ahí dentro, pero, en este
caso, el topo, tú, has actuado, como he comentado, con la perversa intención de
predisponer a “tus” medios afines contra tu jefe. O dicho de otra manera,
predisponer a esos medios contra el mismo Real Madrid. Todavía resulta mucho
más grave y vergonzoso si encima tú resultas ser el mismo capitán del Real
Madrid. Eso, aparte de vergonzoso, es sencillamente nauseabundo. No se puede
convertir ese sagrado vestuario en un estercolero y llenarlo de mierda. No, eso
no se puede admitir. SER UN TOPO Y CHIVATO EN UN CAPITÁN DEL REAL MADRID ES
SIMPLE Y LLANAMENTE NAUSEABUNDO. UNA AUTÉNTICA DESGRACIA. QUÉ PENA.
Nunca en la historia del Madrid ha habido un capitán tan
perjudicial y tan poco recomendable como tú. Un capitán está para unir, para
remar juntos, para decir, todos a una. Como Fuenteovejuna. No está para
dividir, para desunir, para enfrentar. Como jugador del Real Madrid uno debe
dar ejemplo, tanto más, si encima ese jugador es el capitán, que debe ser la
prolongación del entrenador en el campo y en el vestuario, el nexo de unión entre
jugadores y entrenador. Tú, no has sido prolongación de algo, ni nexo de unión de
nada. No has sido ejemplar. En el Madrid han portado ese sagrado brazalete de capitán,
jugadores como Di Stéfano, Gento, Pirri,
Amancio, Miguel Ángel, Santillana, Butragueño, Raúl y todos dejaron huella.
Como jugadores y como capitanes. Tú también la vas a dejar, sobre todo como
capitán. EL peor de la historia del Madrid.
Te has creído por encima de la institución, por encima del
escudo del Madrid y eso ni siquiera lo pudo conseguir el gran Don Alfredo Di
Stéfano, ni él, cuando puso en un brete a Don Santiago Bernabéu porque Miguel
Muñoz tuvo la “osadía” de sentarle. El gran Don Alfredo espetó a Don Santiago:
¡¡¡El míster o yo!!! Y Don Santiago se pronunció y sentenció: ¡¡El míster!! Y Don
Alfredo se fue. Se marchó. Te has encontrado con alguien, Mourinho, que no
quería alimentar tu ego, que quería decirte que tú eras uno más, importante y
con un gran curriculum, eso sí, pero uno más, en definitiva. Mourinho, quiso
decirte, que tú no eras más que el Madrid.
El hecho de anteponer
tus intereses personales, tu egoísmo cristalino, por encima de los de tu club,
te retrata. No mereces ser el capitán del Madrid. Y lo peor, no creas, que es
el hecho de que tu comportamiento cobarde haya podido ser singularmente
criticable, no, lo peor es que con tu actitud has arrastrado a otros compañeros
en tu aventura rebelde y cobarde. Todos sabemos sus nombres y apellidos.
Tus logros deportivos son indiscutibles, eso es innegable.
Nadie te lo va a discutir. Como portero, estando en forma, al que esto escribe,
le sigues pareciendo el mejor del mundo, aún con tus carencias. Todos sabemos
que las salidas no han sido tu fuerte, ni que tú juego de pies es exquisito,
pero, en definitiva, repito, en forma, eres el mejor. De largo.
Luego, en otras cuestiones personales, has dejado mucho que
desear, con ese “pasteleo” infame que has tenido con tus “amigos” del Barcelona,
día sí y día también, desayunándonos con todas esas patéticas fotos con los
Xavi Hernández, Piqué, etc. Esa relación
de eterno “colegueo” con los integrantes del equipo que nos odia, que nos insulta,
que nos escupe, resultaba absurda. Impropio de un capitán del Madrid. Ya sé que dirás que eso era en las concentraciones
de la selección española, sí, pero podías haber tenido más sensibilidad, cuando
sabes positivamente que esas imágenes incomodan y molestan al madridismo
AUTÉNTICO, AL DE VERDAD. Al disfrazado, no, quizás, por esa razón, esas fotos te
las harías para ellos. Seguramente. Has debido medir las distancias de tus
actos. ¿Qué habrán podido pensar muchos madridistas auténticos al ver esas
fotos con tus “colegas” del Barcelona, si luego han podido saber que
traicionabas a tu jefe e incendiabas el vestuario de tu propio equipo?
Recordarás también aquel lamentable episodio, aquella
llamada a Xavi Hernández, en el que tomaste la iniciativa para rebajar la tensión
de los Madrid-Barcelona de hace tres años. Como si el Madrid, en aquel momento,
hubiese tenido que pedir perdón por algo, iniciativa que tomaste en contra del criterio de Mourinho, al
que no le gustó tu actitud… Actitudes, como podrás comprobar, bastante
lamentables, en general… No lo digo yo, lo dice EL MADRIDISMO AUTÉNTICO, EL DE
VERDAD.
Lo peor,
Iker, es ir de caballero por la vida, es
ser políticamente correcto, es nadar y
guardar la ropa, es andar en misa y repicando, eso, repele, sinceramente……
Está muy bien
ir de “guay” por la vida, decir que eres de Móstoles y ese tipo de cosas. Pero
esa falsa modestia e hipocresía, sobre todo, cuando uno llega a conocer tu
comportamiento en el vestuario, contra tu jefe y entrenador, con algunos de tus
compañeros, arrastrándolos en su contra y tantas otras cosas, te descalifica
para siempre.
Muchos
confiamos en ti en su momento, parecías el yerno perfecto, el hijo soñado, el
capitán anhelado pero has resultado ser todo lo contrario. Un fiasco. Has hecho
mucho daño al Madrid.
Tendrás la
simpatía y fidelidad de muchos madridistas disfrazados, tienes la imagen
perfecta para ello. Pero, a otros, Iker, ya no nos engañas. Seremos menos,
seremos pocos, pero somos auténticos madridistas. Y consideramos que no nos
representas. Consideramos que no es que no merezcas ser capitán de este equipo.
No. Es que ni siquiera mereces pertenecer a este club.
Como portero,
Iker, has sido el mejor. Incluso puedes volver a serlo. Como persona has sido
una auténtica decepción. No has dado la talla. Tú mismo, debes hacer examen de conciencia
y saber en qué has fallado y por qué has actuado cómo lo has hecho. En tu
conciencia queda.
Esa es tu
penitencia, Iker. El Madrid se compone de grandes futbolistas y de grandes personas.
Tú, has fallado en lo humano.
Si lo que
querías, Iker, al margen de resultados deportivos, era incendiar y dividir el
vestuario, entregar la cabeza de tu entrenador para ser lapidada, crear mal
ambiente y mal rollo en el equipo, enhorabuena, porque lo has conseguido….
¡¡¡FELICIDADES,
IKER!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario